domingo, 21 de abril de 2013

Origen de la devoción a la Divina Pastora, estampa y Salve. Imagen del Niño Jesús como Buen Pastor, de Vicente Tena

 
 
 
 

La Divina Pastora.
Estampa devocional, principios del XX.
 
 
 
 
 
   Este fin de semana se celebran las festividades de Maria, Madre del Buen Pastor (el sábado), y del Buen Pastor (el domingo), aunque la primera se celebra en muchos lugares en otras fechas, como aquellos en los que la patrona es la Divina Pastora.

 
 
   En esta estampita devocional  valenciana con la imagen de la Divina Pastora hay un texto explicando el origen de esta advocación:
 
   "Afligido en gran manera el V. P. Isidoro de Sevilla, célebre misionero capuchino, por el poco fruto que su predicación producía en las almas, acudió con lágrimas y oraciones á la Santísima Virgen, suplicándole ablandase los empedernidos pechos de los pecadores. Compadecida de la aflicción de su siervo la Reina de los Angeles, se le apareció en un maravilloso éxtasis con traje de pastora, sentada en un risco sobre una colina, á la sombra de un frondoso árbol y rodeada de mansas ovejitas, figura de las almas fieles. Díjole que la presentase á la veneración de los fieles del modo en que la veía y conseguiría maravillosos frutos en las almas. Hízolo así el P. Isidoro: presentó á su auditorio un lienzo de la Divina Pastora el día 8 de septiembre de 1703, consiguiendo desde aquel día numerosas conversiones. La ciudad de Sevilla comenzó desde entonces á venerar á Maria con el título de Pastora Divina de las almas, extendiéndose muy pronto esta devoción á toda España y, por medio de los misioneros capuchinos, á toda la América y Oceanía. Pío VI aprobó en 1º de Agosto de 1799, esta advocación y permitió se celebrase su fiesta con Oficio y Misa, el segundo domingo después de Pascua de Resurrección.
 
IMPRÍMASE
Dado en nuestro Palacio Episc., el día 19 de Julio de 1902.
JUAN, Obispo de Orihuela."
 
 
 
   Y se añade una Salve dedicada a la Divina Pastora:
 
 
 
Á LA DIVINA PASTORA
 
 
Salve, Pastora querida,
Cuya caridad te mueve,
Dejando noventa y nueve,
Buscar la oveja perdida.
Salve, fuente de la vida,
Salve, bellísima aurora,
Porque en la última hora
De su vida, el Sumo Bien
De toda la humana grey
Te constituyó Pastora.

 
 
 
 
 
 
Pequeña escultura del Niño Jesús, representado como El Buen Pastor,
obra del imaginero valenciano Vicente Tena.







(Continuará)




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